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El calor está ya aquí, y eso ha hecho que el consumo de helados se haya disparado. Hay helados para todos los gustos, tamaños y formas: en cucuruchos, cortes, tarrinas. Helados caseros e industriales. ¡Qué más da! Lo suyo es refrescarse, aunque con el helado lo de refrescarse es más por efecto placebo que por otra cosa. Porque en invierno también consumimos helados y en los últimos años cada vez más. Los consumimos en casa, en el restaurante y en la heladería. Pero lo cierto es que los helados son para el verano. Días atrás, no nos pudimos resistir, salimos a la calle y nos tomamos uno. O mejor, dos. Uno elaborado bajo la fórmula italiana y otro con sabor mallorquín. Y entre y entre, nos sentamos, observamos y llegamos a la conclusión de que mucha gente hacía lo mismo; matar el calor con un helado.

La camarera de los helados italianos nos confesó que, aunque elaborados a base de fórmula italiana, «son caseros, hechos en Palma, en la calle Joan Miró. Hechos con productos naturales: almendra, albaricoque, fresa y limón. Los renovamos cada día». ¿Que cuántas clases de helados hacen? Más de 40 entre los clásicos helados de vainilla, de almendra o de chocolate, y las novedades de vino, crema y naranja confitada, los kinder, de chocolate blanco y negro, los Amadeus, con higos con coñac, los de cóctel tropical a base de frutas tropicales, el bombón chilao con gengibre, el de chocolate con soja, o con Bailey, o el de trufa con coñac, o los crush, o chocolate crujiente...

¿Los viagra de otros años? Pues no; de esos ya no hacen. En cambio, está pegando mucho este año el «Mafalda», hecho con dulce de leche de plátano, aunque los reyes podrían ser los cookies, a base de crema con galletas de chocolate y el Ferrero Rocher. En lo que respecta a raciones, la camarera señala que «depende de si estamos a primeros o finales de mes. A primeros, grandes, a finales, más bien pequeñas». En Can Joan de s'Aigo, en la calle Bonaire, coincidimos con el dueño, Joan Martorell, quien nos dice que los helados, todos naturales, se elaboran en la casa que tienen en la calle Sans, y que los productos que se utilizan son almendra, avellana, vainilla, chocolate, leche merengada, café, cava y albaricoque, «aunque este último sólo en temporada, pues todo se hace artesanalmente, con una fórmula secreta». En Can Joan de s'Aigo el helado de almendra es la estrella, seguido a cortísima distancia por los de avellana, vainilla y fresa. Son helados que se pueden tomar en el local, servidos siempre en un vaso de cristal, o también para llevar.

P. Prieto