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CARMEN RUIZ DE GALARRETA/N.D.
El Consell de Mallorca cambiará el nombre del proyecto del segundo cinturón de Palma por ronda para evitar más polémica en torno a esta obra. Antoni Pascual, conseller d'Obres Públiques del Consell, argumenta que esta nueva estrategia se debe a que «el segundo cinturón ha generado demasiada polémica, mucha gente se ha sensibilizado, por lo que es preciso buscar una fórmula que irrite a menos gente. Se intentará hacer un proyecto consensuado como el de la carretera de Manacor». El proyecto, según explica Pascual, se modificará para ajustarlo a las necesidades actuales y reducir el impacto paisajístico. De esta forma, el tramo de carretera del segundo cinturón ya existente desde el aeropuerto hasta la autopista de Inca se desdoblará, pero ajustándose lo máximo posible al trazado actual. Desde Alcampo y hasta la carretera de Sóller, la nueva vía también tendrá cuatro carriles, básicamente para absorber el transporte de vehículos pesados hacia la incineradora de Son Reus. «Se realizarán cuatro carriles pero consumiendo poco terreno», afirmó Pascual.

Estas modificaciones de proyecto tendrán también un impacto directo en el coste de esta obra. De los 104 millones que costaba el proyecto inicial se pasaría a unos 80 millones de euros. A pesar de esta notable reducción de la obra, que afectaría a algo más de cuatro kilómetros del trazado, el coste de construcción sigue siendo importante. El organismo insular quiere que estas modificaciones cuenten con el apoyo popular, aunque GOB y la plataforma contra el segundo cinturón ya se han manifestado contrarios a los planes del proyecto. Para la formación conservacionista, los cambios que se piensan introducir «no cambian de forma sustancial el proyecto». El cambio de nombre del proyecto podría facilitar, para Pascual, la aceptación del proyecto.

A partir de la carretera de Sóller y hasta la de Valldemossa, el Consell ya ha decidido suprimir el trazado de autovía y que la nueva vía sólo tenga sólo dos carriles, uno en cada sentido. A juicio del titular de Obres Públiques, en este tramo se pueden prescindir de los cuatro carriles ya que el tráfico no será tan abundante. Además de reducir a la mitad la ocupación de los terrenos, los accesos y enlaces con las carreteras con las que se cruzará el segundo cinturón también serán menos impactante; bastará con construir una rotonda o un cruce. La modificación de este proyecto afecta además a una zona especialmente sensible, la de Son Sardina, donde se estudiaría un enlace que técnicamente perjudique lo menos posible.