Lo que se presentaba como un simple trámite para el Govern de Balears, a punto estuvo de convertirse en un serio varapalo para el Ejecutivo autonómico. En una de las sesiones más atípicas del Parlament desde su constitución en 1983, el PP tuvo que recurrir ayer a Unió Mallorquina (UM) para evitar que el primer pleno del periodo extraordinario de sesiones acabara sin votar sus leyes por falta de quorum en la Cámara. Al final, todas las leyes que quería el Govern, saldrán adelante, entre ellas una que tendrá una gran repercusión: la práctica eliminación del impuesto de sucesiones y donaciones. Esa era una de las cuatro normas para cuya tramitación había solicitado el Govern un periodo extraordinario de sesiones. El de ayer fue uno de los plenos más «movidos» y el PSIB ha amenazado con pedir la nulidad de todos los acuerdos.
Nada más comenzar la sesión, el PP se percató de que sus diputados no bastaban para poner nada a votación: no había «quorum». Todos los portavoces habían anunciado que «a la vista del mal rollo» (expresión de Pere Sampol, del PSM) no iban a «hacerles el favor» de facilitarles un pleno para su lucimiento. Tras una llamada telefónica del president Jaume Matas a Maria Antònia Munar (que había regresado de madrugada de un viaje a Filipinas y, al igual que Dolça Mulet, no asistió a la sesión), el diputado autonómico Miquel Nadal accedió a participar en las votaciones. En una se equivocó al votar, en otra se abstuvo y otras dos votó lo mismo que el PP. Pero como la oposición no votó en ninguna, todas salieron adelante.
La historia había comenzado a las 10 de la mañana. No estaban todos. Pero lo que indignó a la oposición fueron las ausencias del PP. «Ellos nos convocan y no vienen», dijo Armengol. A primera hora no estaban ni el president Matas, ni la vicepresidenta Estaràs (participaban en las reuniones de objetivos del Govern) ni el conseller Flaquer. A la vista de que tampoco había representantes de UM, la oposición optó por quedarse fuera. Como había menos de 30 diputados, tuvo que aplazarse una votación ya que tanto PSIB como PSM y EU-EV consideraron que el pleno de ayer era «ilegal» y que no votarían nada. La oposición se creció aún más cuando se percató del nerviosismo de los escaños populares. Comenzaron las llamadas telefónicas y poco a pocos fueron llegando los «populares» ausentes. Llegaron todos menos Joan Flaquer. La primera versión que dio el Govern, por boca de Rosa Estaràs, fue que Flaquer estaba en Mallorca. «Está en Mallorca, le he llamado pero comunica», dijo a Ultima Hora. Poco después se indicó que estaba de visita privada a Hannover (Alemania), donde anoche jugaba la selección española de fútbol. Un asesor de Flaquer confirmó luego que el conseller había pedido permiso hace días para ausentarse y poder ver el partido.
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