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Ad lib, de ad libitum, expresión latina que significa «a voluntad o a elección». Ésa fue la esencia de los orígenes de la moda en Eivissa y ahora, 32 años después, vuelve a resurgir en las colecciones de trece diseñadores.

El primer desfile de la pasarela Ad lib 2006 en Eivissa, que tuvo lugar el pasado sábado, hizo gala ayer de una libertad que ha dejado atrás el algodón blanco como sinónimo de moda pitiusa. En el corazón de Santa Eulària, los diseñadores dieron rienda suelta a su creatividad y expresión para mostrar que Ad lib también puede ser cuero, minifaldas ajustadas, vestidos de noche con encajes, brillos y transparencias. Eso sí, faldas y vestidos en donde los volantes, las puntillas y los flecos fueron un denominador común como acabado en muchos de los diseños.

Así lo lucieron las 30 modelos que participaron en el desfile presentado por la actriz Tita Planells, que luce además su primer embarazo.

La pasarela fue inaugurada por los alumnos de la Escola d'Art, que mostraron una serie de atrevidos diseños, y continuó la firma Piluca Bayari, que apostó por el estampado militar, las transparencias y los colores.

Ishvarra, de Formentera, trajo consigo las bermudas y los pantalones en blanco y negro para hombres, y los estampados de caracolas en las faldas. Después llegó Tres Ibiza con su moda prêt à porter de complementos bordados a mano, y Kassia Keren con vestidos de asimetrías, pantalones con encajes y transparencias. Los aplausos del público fueron para la coreografía de los pequeños modelos de Los Àngeles Moda infantil, que lucieron sus minivestidos, faldas y pantalones de algodón en variados y divertidos colores. Mónica Pérez apostó por el blanco para los vestidos de fiesta y Toni Bonet nos mostró una novia con pantalones de jinete y cola incluida, y faldas con vuelo sin olvidar las transparencias en el escote. Los tejidos de Beatrice San Francisco se pudieron ver en vestidos salvajes y Harvey Mussin hizo gala del algodón.

L. Aversa