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Que el Señor les bendiga y proteja por la intersección de San Cristóbal y ¡que no bajen los puntos! Esta era la plegaria que más pronunció ayer el veterano padre Francisco Cobo a todos los conductores que pasaron a bendecir sus coches frente al oratorio de Santa Fe, filial de la parroquia de Santa Eulàlia en el barrio de sa Calatrava. A partir de las once de la mañana empezó el desfile de un gran número de vehículos de toda clase y modelo, que iban parando frente a la iglesia de Santa Fe donde el veterano sacerdote les impartía la bendición a la vez que eran obsequiados con una estampita del santo gigantón.

Conductores particulares acudieron a mantener viva esta popular tradición, entre los que vimos a las jóvenes monjas del monasterio de Santa Clara; vehículos de Emaya, y algunos coches de época, como un espectacular Morgan rojo descapotable. Aunque quienes de verdad se volcaron en la fiesta fueron los del sector del taxi, como fueron las señoras taxistas de Taxis Palma. Allí pudimos comprobar la generosidad de los conductores mallorquines, que no escatimaron en sus donativos. También la colaboración de agentes de la Policía Local, que vigilaron la zona para que no se formaran «tapones» en esta estrecha calle. El colectivo de taxistas de la empresa Fono Taxi, de nuevo echaron la casa por la ventana, acudiendo a Santa Fe con más de una veintena de coches engalanados con globos de colores.

Allí, Francisco Bonnín, coordinador del paseillo en taxi de Sant Cristóbal, hizo entrega de un centro floral a la imagen del Santo en el interior del oratorio. Luego se dirigieron en comitiva hacia las dependencias de Son Pardo, donde se reunieron a manteles degustando un variado y exquisito bufet.

Amalia Estabén