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MONICA GONZALEZ
La playa de Can Pere Antoni de Palma sufrió ayer por la tarde un importante vertido de aguas fecales como consecuencia de un fallo en la estación de impulsión de Es Baluard (al final de las Avenidas) provocado por un rayo. La primera tormenta del verano que afectó ayer a la Isla llegó acompañada de rayos, uno de los cuales alcanzó directamente el sistema electrógeno de las distintas estaciones de impulsión, que son las encargadas de llevar las aguas residuales hasta las depuradoras.

Este sistema electrógeno está diseñado para activar los grupos de reserva en las estaciones de impulsión en caso de fallo o avería, pero, según se informó desde Emaya, por alguna razón los grupos de reserva de las estaciones de Es Baluard y de Cala Major no se activaron, lo que provocó que el agua se acumulara al llegar a ellas y fuera a parar al mar. Tras el aviso de varios bañistas desde Can Pere Antoni, la Policía Local se personó en la playa y ordenó su cierre alrededor de las 17.00 horas. Los agentes debieron sacar del agua a algunas personas que, pese a la bandera roja que ondeaba y el mal olor provocado por el vertido, se negaban a abandonar el agua.

El problema se resolvió pronto en el caso de la playa de Cala Major, que sufrió un vertido menor, pero en la estación de Es Baluard se tardó algo más -hacia las 18.30 horas se había solucionado la avería- y no se pudo evitar que la mancha del vertido afectara prácticamente a todo el litoral de la playa. Los inspectores de Emaya acudieron para evaluar la situación y enseguida ordenaron el envío de brigadas para limpiar el agua y la arena. No obstante, desde la empresa municipal se aseguró que hoy la playa estará limpia y apta para el baño.