Ola de calor. Ésta ha sido la frase más repetida durante este pasado fin de semana en el que las elevadas temperaturas no han dado tregua. El objetivo de cualquiera era encontrar un lugar fresco donde refrescarse, valga la redundancia. Y, ayer, ese lugar fue sin duda la playa. Como si de un hormiguero se tratase, un hervidero de gente inundó con su presencia playas de la Isla como la del Port d'Alcúdia y s'Arenal, dos de los puntos neurálgicos de playeros y domingueros.
Si normalmente la arena es una buena zona donde disfrutar de la brisa y además broncearse, muchos, por no decir la gran mayoría, optaron por pasar casi toda la jornada dentro del agua para sofocar así el calor corporal. Los niños dejaron los juegos en la arena para continuarlos en el mar, mucho más fresquitos.
Casi todos los domingueros, turistas y ciudadanos, llevaban además la correspondiente sombrilla, donde cobijarse del sofocante Lorenzo, y la crema protectora con un alto factor protector para evitar quemaduras. Muchos de ellos cargaron comida y bebidas, aunque los más previsores reservaron mesa en algunos de los restaurantes de la zona para poder comer refrescándose, no en las terrazas si no en el interior del local disfrutando del aire acondicionado. Todo valía para soportar el bochorno de ayer. Los helados, granizados y las bebidas frescas tuvieron ayer especial protagonismo.
S. Coquillat
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