Roselló, Aguiló y Fajardo muestran sus respetos a la audiencia. Foto: MICHELS

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La noche del domingo, Peguera fue testigo de un espectáculo ecuestre que congregó a un público entusiasmado ante la que fue una genuina exhibición de plasticidad y elegancia. El evento, que duró en torno a una hora y media, reunió a los jinetes Jaime Roselló, Mariano Aguiló y María Francisca Fajardo, que montaron cuatro equinos de raza portuguesa, menorquina, española y anglo-árabe.

Roselló, nacido en Inca, es el único rejoneador balear de la historia que ha dejado su estampa en la Península, pues ha actuado con notable éxito en las plazas taurinas más importantes de España. Todos los que pudimos asistir a la demostración fuimos testigos de la felicidad que desprendía el rostro de Roselló mientras deleitaba a los presentes con cabriolas inverosímiles a lomos de su caballo. Roselló ama su trabajo y eso siempre queda reflejado sobre la arena.

Los compañeros de reparto de Roselló no le fueron a la zaga y suscribieron una impresionante serie de ejercicios, tan variados como insólitos: desde la ronda vaquera al paso español, pasando por la doma libre, las piruetas inversas o el piaffe. En el evento, que tuvo lugar en una redonda junto a la entrada de Cala Fornells, se dieron cita más de quinientas personas. Peguera, zona turística por excelencia, celebraba además sus fiestas patronales, con lo que no es de extrañar que hubiera una mayoría de espectadores extranjeros.

Michel's/Fran Casillas