El grupo, realizando secuencias de movimientos.

TW
0

Filosofía, arte, meditación y relajación se unen en la práctica del tai chi. Este arte marcial se caracteriza fundamentalmente por los movimientos corporales lentos y suaves, la flexibilidad y la concentración que transmiten a quienes lo practican un sentimiento de armonía y de equilibrio personal. Pero si a todo esto, le añadimos el murmullo de la resaca del mar, una suave brisa y el tacto de la arena bajo los pies, tenemos el plan perfecto para la práctica de este arte, popularizado por sus beneficios para la salud.

Y es que la playa de Portals Nous acoge bajo los pinos, desde el mes de marzo, a un grupo de unas cuarenta personas, de entre 6 y 82 años, dirigidas por la profesora Eva Caimari para poner en práctica este arte tan enraizado en la cultura tradicional china. Esta profesora mallorquina asegura que el tai chi «estimula el trabajo de todos los músculos y articulaciones con el objetivo de oxigenarlos y fortalecer así la salud».

Y es que muchos investigadores aseguran desde hace años que la práctica prolongada del tai chi tiene efectos favorables en personas de avanzada edad pero, sobre todo, ayuda a reducir los dolores, a calmar el estrés y la ansiedad, a mejorar la función cardiovascular y respiratoria y además, tiene efectos beneficiosos en personas que padecen enfermedades como pueden ser la hipertensión, artritis o arritmias.

Ana Largo