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La compañía eléctrica GESA-Endesa dio a conocer ayer, a través de un comunicado, que ha vendido los terrenos que hasta ahora poseía en el Polígon de Llevant, en donde se ubicaba la antigua subestación de Son Molines, al Grupo Neinver, por un importe total de 240 millones de euros. Dichos terrenos tienen una extensión aproximada de unos 180.000 metros cuadrados, y comprenden espacios no incluidos en la subestación, como talleres y almacenes, que serán trasladados a la futura sede central, en Sant Joan de Déu.

GESA-Endesa también anunció que este solar será gestionado por una empresa filial de Neinver, que estará participada en un 45 por cien por la propia compañía eléctrica. Lo más probable es que en dichos terrenos vayan a construirse en un futuro viviendas y hoteles, así como comercios.

Fuentes de la compañía eléctrica aseguraron ayer que a pesar de esta operación de compra-venta, GESA asegura que los proyectos de infraestructuras eléctricas que tenía previstos en la zona, en concreto, la puesta en marcha de una nueva subestación, también en el Polígon de Llevant, quedan garantizados. Dichos proyectos incluyen la creación de los trazados de las líneas de entrada y salida de la nueva subestación. Dichas fuentes también confirmaron que la compañía eléctrica mantendrá los compromisos contraídos con el Ajuntament de Palma en el marco del proyecto de la Fachada Marítima.

El citado acuerdo con Neinver tendrá una vigencia mínima de entre tres y cinco años.

Cabe recordar, por otra parte, que en septiembre de 2004, el grupo inmobiliario Núñez i Navarro compró a la empresa eléctrica el edificio de GESA y los solares anexos, que en total tienen una extensión de 37.000 metros cuadrados, por unos 73 millones de euros. El propósito de Núñez i Navarro era derribar el edificio de GESA y construir viviendas, proyecto que ahora se encuentra paralizado tras la decisión del Consell de proteger dicho edificio como Bien Catalogado.