El número de fallecidos en las carreteras de Balears no ha disminuido respecto a julio del año pasado, registrándose un total de 12 personas muertas en accidentes de tráfico. Con esta cifra en la mano surgen los primeros interrogantes sobre la efectividad de un carnet por puntos que se «vendió» a los conductores y peatones como el mejor remedio contra la conducción temeraria y sus graves consecuencias.
En las Islas los efectos no han sido los esperados, al igual que en Extremadura y La Rioja. Habría que plantearse hasta qué punto los conductores han asumido este nueva normativa y si, de verdad, están dispuestos a cumplirla. Es posible que a medio o largo plazo las consecuencias sean notables, pero por el momento Balears no ha experimentado los buenísimos resultados anunciados por Tráfico.
Esta precaria efectividad denota que la normativa aplicada desde el pasado mes de junio no ha sido lo suficientemente dura y contundente como para frenar la trágica cifra de fallecidos. Tráfico ha sacado más efectivos a la calle para controlar a los conductores y en breve aumentará el número de agentes para vigilar especialmente la velocidad de los conductores. La campaña se realizará a nivel estatal durante 15 días y seguro que muchos conductores verán mermados buena parte de sus puntos.
Pero si hablamos de reducir la mortalidad en las carreteras es necesario que esa vigilancia sea permanente y rigurosa, aunque ello implique destinar más efectivos de forma continua al control de los conductores. No basta con iniciar campañas de dos semanas de duración, aunque siempre son bien recibidas. Deberían durar los 365 días del año para mayor seguridad de todos.
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