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R.C./EFE-MADRID
Las cadenas hoteleras mallorquinas con intereses en Cuba creen que la situación política en Cuba no alterará sus proyectos empresariales en la isla caribeña, después de que Fidel Castro, por primera vez en la historia, se haya visto obligado a delegar el poder en su hermano Raúl. Sin embargo, se muestran preocupadas por la presión que pueda ejercer Washington con la ley Helms-Burton.

El Grupo Sol Meliá, que preside Gabriel Escarrer, no precisa si variará sus planes de futuro en la isla, es la cadena que mayor número de establecimientos explota en Cuba, con un total de 21 hoteles, seis de ellos en Varadero, tres en La Habana, y otros tres en Cayo Coco.

Barceló explota desde hace tres años tres hoteles en la isla, dos en Varadero, y uno en Cayo Largo.

La empresa RIU, copresidida por Luis y Carmen Riu, explota dos hoteles en Varadero, con un total de 450 habitaciones, y sus planes pasan por mantener estos dos establecimientos, sin hacer nuevas inversiones.

No obstante, fuentes de la empresa confirmaron que, en caso de que se liberalizase la economía cubana, se plantearían aumentar el número de establecimientos.

Desde el grupo Iberostar, presidido por Miguel Fluxá, que tiene cinco hoteles en Cuba, se indica que la indisposición e, incluso, la desaparición del líder cubano, es un «escenario previsible que tenía que pasar antes o después», por lo que la noticia no ha supuesto sorpresa alguna para la empresa española.

El grupo Iberostar tiene en Cuba cinco hoteles: tres en Varadero; uno, en Trinidad, y otro, en Cayo Coco. En cuanto al mundo de la banca y las finanzas, la presencia más significativa en Cuba la tiene Caja Madrid, que constituyó en 1998, junto con el cubano Banco Popular de Ahorro, la Corporación Financiera Habana (CFH), primera empresa mixta del sector financiero de la isla.

Caja Madrid posee el 60 por ciento del capital de esta entidad dedicada a dar apoyo a las empresas que operan o desean establecer su actividad en Cuba, con independencia de su sector o nacionalidad.

El resto de la presencia bancaria española en Cuba es muy pequeña, con oficinas de representación de entidades como el Banco Sabadell o la CAM (Caja de Ahorros del Mediterráneo).

Con respecto a las relaciones comerciales existentes entre España y Cuba, según el Consejo Superior de Cámaras de Comercio, «seguirán siendo excelentes, pase lo que pase».