La población balear ha envejecido de media casi un año en los últimos diez años, según los datos sistematizados por el Institut Balear d'Estadística, a pesar de que la masiva llegada de inmigrantes en los primeros años del nuevo siglo ha frenado la tendencia al alza de los últimos años. Es decir, que somos más viejos que hace diez años, pero menos de lo que podríamos ser si no hubieran llegado inmigrantes.
Sin embargo, el envejecimiento de la población y la frenada que ha provocado la llegada masiva de extranjeros extracomunitarios no ha afectado de manera similar a todos los municipios de las Islas, como atestigua el gráfico que muestra el crecimiento de población en función de su lugar de nacimiento: la población ja aumentado gracias a la inmigración, pero no de manera equitativa en todos los municipios. En el caso de Mallorca, la pauta es muy clara: los municipios de la Serra de Tramuntana y los del interior de la Isla son cada vez más viejos.
Ni siquiera la construcción de grandes infraestructuras viarias, como la autopista hasta Inca, ha conseguido ralentizar el envejecimiento de la población. Se ha producido el traslado de parejas jóvenes con hijos a municipios cercanos a Palma, lo que facilita el descenso de la edad media, pero este factor se ha dado principalmente en los municipios más cercanos a la capital y, curiosamente, a la zona del Llevant mallorquín.
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