Francina Amengol, Jaume Matas y Miquel Nadal defendieron la propuesta de reforma estatutaria. Foto: TERESA AYUGA

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El Congreso de los Diputados admitió ayer a trámite la propuesta de reforma del Estatut con los votos a favor de todos los grupos menos Izquierda Unida, que se abstuvo. El debate estuvo marcado por los reproches al PP por defender en el Estatut algunas de las cuestiones que criticó cuando el texto catalán llegó al Congreso. Al final, el Estatut comenzará a tramitarse con 307 votos a favor y 6 abstenciones. El debate comenzó con la intervención con los tres representantes de Balears para defender la propuesta del Parlament. Por este orden, Miquel Nadal (UM), Francina Armengol (PSOE) y Jaume Matas (PP) defendieron la admisión a trámite de la iniciativa aprobada en junio por el Parlament, pero con distintas estrategias. Nadal apeló al espíritu nacionalista; Armengol reconoció las desventajas de Balears y criticó la postura del PP en las distintas reformas estatutarias; y Matas cuestionó el proceso de reforma estatuario iniciado, precisamente, con la propuesta del Parlamento catalán.

Miquel Nadal utilizó su discurso para recordar que precisamente ayer se celebraba la Diada de Mallorca. «Esta propuesta nace del pacto y del compromiso de los distintos territorios», dijo Nadal, que comenzó su intervención en catalán. Para el diputado de UM, el texto aprobado por el Parlament «dotaría a Balears de mejores competencias y de una mejor financiación». «Hay que acabar con el déficit en materia de financiación», pidió Nadal. La socialista Armengol aprovechó su intervención para atacar la postura del PP en contra de las reformas estatuarias. «La descentralización autonómica ha demostrado ser excelente para España. Algunos han intentado instalar en España crispación y miedo. Espero el apoyo del grupo popular, a pesar de las campañas, a pesar de las reticencias, a pesar de la contradicción que supone oponerse a reformas semejantes en otras comunidades autónomas».

Armengol calificó de «justo» que Balears reclame unas inversiones extraordinarias del Estado y añadió: «No hay nada más perverso que tratar igual lo que es diferente. Y Balears parte de una situación de clara desventaja en cuanto a financiación e inversiones». Al iniciar su intervención, Matas avisó: «No teman. No voy a envolverme en la bandera autonómica». El president hizo un discurso en clave interna que fue interrumpido en varias ocasiones por los diputados del PP con entusiastas aplausos. También es escuchó un sonoro «muy bien» cuando Matas cuestionaba el nuevo modelo de Estado impulsado por Zapatero con las reformas estatutarias. «No existen razones en este proceso de Estado que permitan discriminar a Balears, más bien al contrario», advirtió Matas en el Congreso. El president destacó que el nuevo Estatut quiere corregir las insuficiencias detectadas «a lo largo de la experiencia autonómica y la financiación, estrechamente ligada a nuestra insularidad». Matas calificó de impecable el proceso de reforma del Estatut y no ocultó su decepción por la aplicación del Régimen Especial que aprobó el Congreso en 1998. Matas reconoció que tanto el PP como el PSOE eran culpables de esta situación. Y añadió: «Si se abre el melón, se abre el melón para todos», en alusión a Catalunya.