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NEKANE DOMBLÀS
Menos de seis minutos circulando bajo tierra para una obra que ha durado un año y medio. Jaume Matas y Catalina Cirer realizaron ayer el viaje inaugural del soterramiento de las vías del tren en Palma, que cambiará la fisonomía externa de Palma y permitirá que la ciudad «dé un paso a la modernidad», en palabras del president del Govern. El viaje inaugural -al que además asistieron la consellera d'Obres Públiques, Mabel Cabrer; el teniente de alcalde de Urbanisme del Ajuntament, Javier Rodrigo de Santos, y una amplia representación de ambas instituciones- comenzó en el apeadero de Son Fuster y recorrió los apenas dos kilómetros que separan esta estación de Jacint Verdaguer. Del total, un kilómetro y medio irá soterrado.

A la llegada a la estación soterrada, que eventualmente se convertirá en la estación provisional de Palma, un grupo de vecinos esperaba a la comitiva con pancartas en las que pedían que todo el espacio que quedará libre tras el soterramiento de las vías se convierta en un parque. En su intervención tras el viaje, la alcaldesa tuvo palabras para estos vecinos que durante meses han aguantado «con paciencia y solidaridad» las molestias de una obra que será «única» para Palma. La alcaldesa destacó la importancia que supone que ayer, por primera vez en 131 años, el tren llegara soterrado a Palma.

El president del Govern mostró su satisfacción por las ventajas que esta obra tendrá en la fisonomía de Palma. Destacó que se trata del primer paso para que Palma tenga un transporte público, moderno y de calidad. De hecho, la estación a la que ayer llegó la comitiva será en el futuro una de las paradas del metro a la UIB. Mientras duren las obras de construcción de la estación definitiva que estará bajo el Parc de ses Estacions (aproximadamente un año), Jacint Verdaguer hará además las veces de estación provisional de tren. Matas también tuvo palabras para los vecinos que se concentraron silenciosamente en la estación. Aseguró que el Govern comprende sus molestias, pero se mostró convencido de que la obra será positiva para todos los ciudadanos. «El tiempo demostrará que es un buen proyecto», dijo. La representante de los vecinos Angels Fermoselle se dirigió a Cirer y Matas cuando terminó el acto para entregarles una carta en la que pedía que la zona de la superficie se transforme en un parque. Matas se mostró abierto a discutirlo, aunque quiso incidir en la importancia de que el tren ya no circule por la superficie de Palma ni la divida en dos mitades.