Las propuestas para la primavera-verano de 2007 desfilan desde el lunes en el Parque del Retiro de Madrid.

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La polémica está servida y Cibeles, en boca de todos. En esta 44º edición, que finalizará el viernes, se ha exigido a las modelos alcanzar un índice de masa corporal no inferior al 18 por ciento para pisar la pasarela, lo que ha provocado protestas pero también aplausos. Mientras para algunos la polémica decisión de la dirección de Cibeles, dependiente de la Comunidad de Madrid, es una medida extraordinaria para otros, roza la exageración e incluso, hay quien opina que apunta claramente hacia una estrategia de puro marketing para hacer que Cibeles cobre más protagonismo. Y razón no les falta para creerlo. Desde que se supo la noticia, todos los medios nacionales, y también internacionales, se han hecho eco de esta controvertida noticia.

Los diseñadores y modistos de la Isla no se mantienen al margen del asunto y hemos hablado con algunos de ellos. «El tema de la anorexia me parece gravísimo. La moda tiene una gran difusión mediática y no se puede permitir que modelos enfermas, se conviertan en ejemplo a seguir por parte de las niñas, que ven en ellas el canon de belleza» asegura la diseñadora Tania del Viejo. La mayoría de los diseñadores están de acuerdo con la nueva medida impulsada por la pasarela madrileña aunque con matices. «Me parece bien, pero creo que se ha hecho demasiado tarde y se le ha dado mucha publicidad. La idea es buena, pero la metodología es mala» afirma Tolo Crespí. Son muchos los que sostienen esta misma tesis. «La voz de alarma saltó en febrero en Cibeles, han pasado muchos meses en los que Cuca Solana no ha reconocido que desfilaban tallas inferiores a la 38» dice Del Viejo, que sostiene que ha sido una medida urgente e intuye que «hay grandes intereses en promocionar la pasarela Cibeles a nivel internacional y crear una repercusión mundial con este tema». «Me parece una decisión políticamente correcta, pero profesionalmente no me gusta» opina Xisco Caimari, que sostiene que «para Cibeles esto es buenísimo, le beneficia, pero tienen que tener en cuenta que esto es un arma de doble filo». Quizá lo que menos convence a todos es la única medida que se ha tenido en cuenta, el índice mínimo de masa corporal, reconocido por la Organización Mundial de la Salud. Así lo opina la modista Francisca Capellà, «deberían tenerse en cuenta más cosas, hay chicas delgadas que están sanas». De la misma opinión es Xisco Caimari. «¿Qué pasa con toda esa gente delgada que tiene una talla 36?», dice.

En esta edición, más que nunca, la atención está más puesta en las modelos que en los diseños. Quizá esto ha llevado a muchos a no querer opinar sobre el tema y sólo acatar la decisión. Los diseñadores y modistos consultados aseguran que esta edición de Cibeles tendrá repercusiones en otras pasarelas. «A mi me encantaría que esta decisión se imitara en otros países. He vivido episodios muy trágicos y creo que en parte esto es necesario para acabar con la anorexia» nos cuenta Tania del Viejo.
La modelo mallorquina Silvana Ordinas ha sido una de las modelos que ha pasado la prueba que Cibeles se comprometió a hacer a las modelos con el acuerdo firmado con la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad y ha confesado que «no sé cómo de delgada se me ve, pero siempre he sido así, como mi madre». Al margen de la polémica, el trabajo de los diseñadores puede verse estos días, entre ellos, los de los diseñadores mallorquines José Miró y Carmen March, que presentarán sus colecciones el viernes.

Ana Largo