Para entender la polémica hay que remontarse unos meses atrás, cuando, en pleno verano, el Ajuntament de Palma decidió remitir al Butlletí Oficial de les Illes Balears (BOIB) toda la documentación sobre la adaptación del planeamiento palmesano a las directrices del Plan Territorial.
Cort basó su decisión en que, dado que el Consell de Mallorca no había contestado en tiempo y forma a la propuesta presentada, se entendía que la adaptación quedaba aprobada por silencio administrativo. Por ello decidió publicar oficialmente la documentación sin conocer la opinión de la institución insular, máxima autoridad urbanística de la Isla.
La versión que ayer ofreció el titular de Territori del Consell contradice los argumentos aportados por el Ajuntament de Palma. Vicens aseguró que no podía existir silencio administrativo dado que su departamento envió un requerimiento en el que le informaba que la propuesta de adaptación al Plan Territorial contenía deficiencias.
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