Los doctores Miquel Dalmau y Cristòfol Pizá, accionistas mayoritarios de la Policlínica Miramar, se negaron ayer a responder a las preguntas de la titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Palma relacionadas con la acusación de haber cometidos supuestos delitos societarios y de apropiación indebida de la que son objeto por parte de un grupo de accionistas de ese centro médico.
Dalmau y Pizá, aconsejados por el abogado que les representa, Eduardo Valdivia, mantuvieron silencio durante la comparecencia.
Según explicó Valdivia, sus clientes no responderán a ninguna pregunta hasta que declaren, en primer lugar, los querellantes. La jueza había ordenado un registro judicial en la Policlínica Miramar tras admitir a trámite la querella del grupo de accionistas. Esa diligencia se desarrolló bajo secreto de sumario.
Tanto Miquel Dalmau como Cristobal Pizá mantienen varios pleitos en las jurisdicciones penal y civil vinculadas con la Policlínica Miramar y el ex socio de ambos, el doctor Pau Ramis. En una de ellas reclaman 4 millones de euros a Ramis.
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