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En Cibeles se vuelve a hablar de moda, lejos de las polémicas sobre modelos delgadas o masa corporal, y las colecciones tienen nombre propio con especial atención a las creaciones de los mallorquines. En esta edición, presentación de las colecciones primavera-verano 2007, los protagonistas han sido José Miró y Carmen March, pero desde que lo hiciera otro mallorquín, hace una década, Xisco Caimari, la presencia de nuestros profesionales está consolidando la fuerza y talento de los diseñadores de la Isla. Pero no sólo su presencia levanta expectación sino que el trabajo de varios meses tiene recompensa con premios como el que ayer consiguió Carmen March, galardonada con el premio l'Oreal a la mejor colección. Un reconocimiento que en las dos ediciones anteriores de Pasarela Cibeles obtuvo José Miró. Ha sido una semana de moda, donde grandes diseñadores del país han mostrado sus tendencias, propuestas y novedades, este año bajo la carpa instalada en el madrileño parque del buen retiro, donde ayer nos desplazamos junto a una comitiva, de amigos y personalidades políticas de Balears como Maite Areal, mujer del president Jaume Matas, gran apasionada a la moda, y, aunque ella no lo reconozca, también entendida, de la moda. Asimismo, asistió por parte del Consell de Mallorca Cristina Cerdò, muy amiga de José Miró y admiradora de Carmen March. Francisca Bennassar y Marina Sanz, del Ajuntament de Palma, no se perdieron la cita, donde también vimos, tras los desfiles, en la zona dePhoto Cal a María José Hidalgo, de Air Europa; a la presentadora Núria Roca; a Carla Royo-Villanueva; Raquel Meroño y María Zurita, acompañada de su marido, quienes son muy amigos de la diseñadora mallorquina Carmen March, que a pesar de no querer aprovecharse de su prestigioso apellido, estuvo acompañada por algunos de sus familiares, incluido su marido, quien la felicitó efusivamente. Y es que fue una jornada dura, pero la noche anterior José Miró sólo durmió dos horas, y Carmen March, que tiene un bebé de pocos meses, tan sólo descansó una. Con el cansancio y agotamiento tras seis meses de duro trabajo, ambos diseñadores, que no se conocen personalmente, salieron triunfadores con aplausos y puesta en pie del presente tras los desfiles. Prendas muy llevables y conjuntos ponibles destacaron en ambas colecciones donde se vieron cosas nuevas, tonos muy agradables y sugerentes líneas. Carmen March siguió sus estándares de feminidad y clasicismo con una amplia paleta de tejidos naturales en tonos grises, rosas y blancos, con detalles bordados en hilo.

Por su parte, José Miró se inspira en los conceptos de spa en la pintura de finales del siglo XIX y resumen su colección en «mi ropa realiza todo lo que es el recorrido de un día». En definitiva, el verano del 2007 tiene dos nombres en el mundo de la moda, José Miró y Carmen March.

En los últimos años, Carmen March ya despuntó talento y originalidad, pero siempre en una línea de moda muy ponible y elegante. Sofisticada, con buenos materiales y tejidos donde la mujer desprende clase y realza su belleza femenina, así lo definen algunos entendidos de moda. Ayer, la colección de la mallorquina obtuvo el premio que otorga la prestigiosa firma l'Oreal a la mejor colección. Carmen se codeó con los mejores diseñadores del momento, durante esta semana, sobre la alfombra de Pasarela Cibeles, pero destacó por cada una de sus prendas y por el conjunto espectacular de su propuesta para la próxima temporada. Mujer de buena cuna, la de los March, me temo que no quiere que se reconozca su trabajo por su apellido, pero tiene que reconocer que la alta sociedad ya hace cola para lucir sus prendas.