Uno de cada tres adolescentes nunca pediría ayuda a un profesor en caso de ser acosado

Díaz Aguado explicó que «la razón que alegan los chicos y chicas que realizan tal afirmación es que los profesores están ahí para enseñar y no para resolver sus problemas, además de que estaría mal visto por el resto. En todo caso, acudirían a un docente que fuera amigo, pero por ser amigo, no profesor».

«Esto impide al docente desempeñar el papel que hoy se le pide, lo que significa que se debe cambiar este rol, lo que pasa por un mayor apoyo de las familias y la sociedad y por una toma de conciencia, que es el punto en el que estamos ahora».

Pese a todo, la profesora puso el énfasis en la necesidad de «distinguir entre el acoso y otro tipo de agresiones, ya que el número de adolescentes que sufre casos de 'bullying' es muy minoritario y el rigor es fundamental».

Del mismo modo se expresó la profesora de Psicología Evolutiva de la Universitat de les Illes Balears, Rosabel Rodríguez, también ponente del Congreso, quien insistió en la necesidad de «no ser alarmistas» a la hora de informar sobre «bullying», ya que, dijo, «es una punta de lanza que afecta de forma muy poco frecuente a algunos alumnos». De hecho, «es un fenómeno que en España se produce «a niveles muy bajos y problemas como la falta de disciplina, falta de motivación y el absentismo escolar se dan en porcentajes mucho más elevados».

Rodríguez aseguró que la mayor parte de docentes españoles ha tenido problemas de absentismo y falta de disciplina en sus aulas, «lo que hace el día a día inasumible», pero pocos casos de «bullying». En apoyo de estas consideraciones, el doctor Dan Olweus, doctor en Psicología por la Universidad de Bergen (Noruega) informó de que un reciente estudio sobre la incidencia del «bullying» en catorce países europeos sitúa a España en la mitad de una tabla que encabezan los países nórdicos, como los que presentan menos casos, y que cierran los países del este.