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Los atractivos frutos de otoño se muestran estos días en abundancia en los mercados municipales, especialmente en l'Olivar.

A pesar de las altas temperaturas de este veranillo de San Miguel que todavía disfrutamos, los frutos de butxaca cobran protagonismo y son requeridos por los consumidores mallorquines más tradicionales.

En el puesto de Miquel Gelabert, las empleadas se esmeran en el cuidado y presentación de los frutos más delicados, como son los higos de coll de dama (entre 6 y 7,75 euros kilo) y los caquis (entre 2,80 y 3,50 euros kilo). Acompañando a éstos están las granadas, provenientes de Alicante (entre 3 y 3,85 euros) y los famosos melocotones de Calanda grandes (entre 3 y 3,85 euros kilo), con su bolsa protectora, típica de este cultivo. En este mismo puesto penden hermosas ristras de tomate de «ramellet» mallorquín, fuerte y jugoso, cuyo precio, 3,85 euros kilo, resulta muy interesante.

Estamos también en época de figues de moro. Los higos chumbos se encuentran a la venta con piel y en bandejitas de seis u ocho unidades ya peladas. En el puesto de Ismael Cuenca vimos higos chumbos de excelente calidad y volumen. El precio de esta variedad de higo se encuentra entre los 2,80 y los 3,20 euros kilo.

Entre los más característicos se encuentran las azufaifas o ginjols, entre los 2,60 y los 2,90 euros kilo, notándose de cada vez más un aumento de tamaño con respecto al diminuto ginjo de raza mallorquina.

Las primeras aceitunas mallorquinas son realmente asequibles. Su precio es de un euro el kilo, y todavía son muchos quienes las compran para hacerlas trencades.

Amalia Estabén