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JOAN J. SERRA
Tras unos días de temperaturas veraniegas, a primera hora de la mañana de ayer una intensa granizada sorprendió a buena parte de Mallorca, con una precipitación máxima de 20 litros por metro cuadrado en Estellencs, donde la capa de granizo acumulada alcanzó los 10 centímetros de espesor.

Las lluvias y el granizo también se precipitaron sobre diversas zonas de Palma -especialmente en Establiments-, Galilea, Banyalbufar y Pollença. La tormenta también estuvo acompañada de aparato eléctrico.

Según las previsiones del Centre Meteorològic Territorial de Balears, el riesgo de perturbaciones de este tipo se mantendrá hasta hoy en cualquier punto de las Islas.

Así, las temperaturas experimentaron ayer un ligero descenso respecto a los días anteriores, cuando los valores máximos superaron los 30 grados en diversos puntos de la geografía insular.

Con un pequeño retraso sobre el llamado «veranillo de San Miguel», las temperaturas máximas experimentaron un apreciable aumento los pasados lunes y martes, alcanzando valores propios del estío.

Así, Capdepera registró el martes una temperatura máxima de 33,6 grados, la más alta en Mallorca, seguida de sa Canova (en sa Pobla), con 31,7 grados; Portocolom, con 31,5; y Port de Pollença, con 30,9.

El resto de valores no alcanzó los 30 grados, pero, por ejemplo, Portopí se quedó a las puertas, con 29,9 grados.