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En el marco del último «completo» crucerístico de la temporada, con seis grandes paquebotes, el puerto de Palma recibió ayer aOcean Majesty de Page Smoy Cruises, un buque muy ligado antaño a Mallorca donde aún despierta emotivos recuerdos, ya que se trata del célebre Juan March de Trasmediterránea.

Corría el año 1966 cuando aquella bonita motonave de avanzadas líneas marcó un hito en la historia de las comunicaciones marítimas entre Balears y la Península cuando entró en servicio en la línea preferente Palma-Barcelona, en agosto de aquel año. Sus dimensiones y aspecto de vanguardia, con dos chimeneas pareadas, un night club de diseño aerodinámico y piscina con solarium, representaban la entrada de la compañía en los tiempos modernos, ya que además se trataba del primer ferry de una serie de cuatro gemelos, con capacidad para 750 pasajeros y 130 coches.

Su vida marinera no estuvo exenta de incidentes, ya que desde su entrada en servicio hasta su venta en 1984 se sucedieron un choque contra el muelle en Valencia (19-09-66); un incendio en la sala de máquinas a cuatro millas de cabo Espartel (28-11-73); una colisión contra el pantalán de hidrocarburos en Eivissa (16-11-74) y el rescate de la tripulación de un petrolero en alta mar (30-01-77).

Superado en su concepción por los nuevos transbordadores del tipo canguro introducidos por Ybarra, en 1984 fue vendido a la naviera chipriota Sol Lines y más tarde con el nombre de Kypros Star pasó a cubrir la línea El Pireo (Grecia)-Alejandría (Egipto). Cinco años después la compañía griega Chios Breeze lo transformó en un lujoso buque de cruceros para 600 pasajeros que prefieren disfrutar de la intimidad de sus acogedoras dependencias, comparables a un yate, en contraste con el gigantismo de los modernos mega buques de crucero.

Gabriel Alomar (texto y foto)