También en el edificio vecino de la conselleria de Medi Ambient hubo cierta preocupación por el olor a gasoil, aunque no fue evacuado.
Ante esta circunstancia los vigilantes de seguridad alertaron al juez decano de Palma, Francisco Martínez Espinosa, para autorizar el desalojo. Los peores parados fueron una funcionaria de Penal 8 y un vigilante de seguridad. La mujer fue evacuada al exterior con evidentes síntomas de mareo, y permaneció sentada, recibiendo la atención de varias personas, hasta la llegada de una ambulancia del 061, que la trasladó hasta un centro médico.
Muchos de los trabajadores describieron que el olor era «insoportable y mareante». En principio, y según explicó el propio juez decano, se pensaba que una posible causa de las emanaciones podía estar en un depósito de gasoil del propio edificio. La ausencia de un sifón para filtrar las emanaciones habría producido los malos olores, que se iban concentrando en los pisos superiores del edificio.
Posteriormente se confirmó que la causa de la contaminación era el accidente en el polígono de Son Castelló.
Una vez que todos los trabajadores estaban fuera, la Unidad de Intervención Inmediata de la Policía Local y los vigilantes escoltaron a pequeños grupos de trabajadores hasta el interior, para recuperar algunos efectos personales.
Varios técnicos de EMAYA acudieron al lugar para estudiar la situación. Finalmente, se ordenó el cierre del edificio hasta nueva orden.
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