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S.C./EFE
Un total de 164 personas mayores han estado sometidas a vigilancia preventiva directa por parte de voluntarios y técnicos de la Cruz Roja de Balears, durante el periodo de riesgo de la ola de calor estival, lo que supone un fuerte incremento respecto a los atendidos en 2005, que en total fueron trece.

Antes de la puesta en marcha del dispositivo específico, se realizaron charlas informativas de prevención a un centenar de personas y una campaña de difusión a través de mesas informativas, trípticos y medios de comunicación, que llegó a un total de 7.562 personas vulnerables al fuerte calor.

Cruz Roja explica, a través de un comunicado, que la gran mayoría de los beneficiarios de este servicio, que se puso en marcha a mediados de junio y que finalizó el 30 de septiembre, un total de 133 personas, son mujeres, frente a 31 hombres.

Las fuentes indican que, durante todo ese tiempo, sólo una persona requirió la movilización de medios de emergencia prevista en estos casos.

La directora autonómica de Intervención Social de la entidad en las Islas, Marta Soler, recalca, en el comunicado hecho público ayer por Cruz Roja, que el objetivo de esta iniciativa ha sido, además de prevenir los efectos adversos por las altas temperaturas, reducir la soledad de los beneficiarios, a los que se ha aportado «seguridad y tranquilidad».

Las charlas preventivas se realizaron en centros de estancia diurna, clubs sociales y en el hospital geriátrico de día de la Cruz Roja.