Imagen del actual «Athena».

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Las escalas de buques de cruceros cada vez más grandes y modernos, a modo de enormes hoteles flotantes, constituyen ya una actividad habitual en el puerto de Palma. Pero la visita de un crucero con toda una historia tras de sí es todavía más noticia. Ayer el puerto de Palma recibió al actuaAthena que es nada menos que el antiguo Stockholm, la motonave sueca que hundió al legendario transatlántico italiano Andrea Doria, cuyo 50 aniversario se ha cumplido precisamente el pasado día 25 de julio.

Ahora, al mando del capitán portugués José Vilarinho, quien intercambió unos presentes con el consignatario Enrique Oliver de Transcoma, durante la tradicional entrega de la metopa conmemorativa a cargo de la Autoritat Portuària, navega para Classic International Cruises fletado por Travelscope para viajes de placer por Europa, Sudamérica y la vuelta al mundo.

Aquel naufragio no estuvo exento de polémica al culparse mutuamente los capitanes de ambos buques, siendo atribuido a un error en el cálculo de sus rumbos opuestos. Así, el buque escandinavo procedía de Nueva York en dirección a Copenhague y Gotenburgo, mientras que la nave transalpina procedía de Génova en dirección a la ciudad de los rascacielos. La colisión se produjo a 150 millas del buque faro de Nantucket con mar en calma y visibilidad mínima a causa de la densa niebla. La ayuda del radar y los toques de sirena repetidos no evitaron la fatal colisión. La proa reforzada contra el hielo deStockholm penetró 18 metros en el gran casco deAndrea Doria, destrozando numerosos camarotes y segando 46 vidas. En pocos minutos, el buque italiano escoró de forma espectacular hasta el punto de impedir arriar los botes de la banda dañada, mientras el pánico cundía a bordo. Por fortuna, la llamada de socorro alertó a numerosos buques que acudieron al rescate de los más de mil pasajeros a bordo.

Gabriel Alomar (texto y foto)