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El delegado del Gobierno en Balears, Ramon Socías, defendió ayer como «estrictamente administrativa» la actuación que ha llevado a cabo la Delegación respecto a la presunta contratación irregular de la argentina María Laura Giorgio como jefa de gabinete de la consellera d'Immigració, Encarnación Pastor. La Delegación del Gobierno no ha hecho «una actuación política del tema de la sanción» impuesta a la Conselleria por Inspección del Trabajo por esta contratación, declaró Socías a los medios tras los actos celebrados con ocasión de la fiesta de la Virgen del Pilar.

Acusó asimismo al PP, que pidió su dimisión, de haber hecho «un escándalo» en relación a este caso y le recriminó las «graves» acusaciones que le ha dirigido.

Socías afirmó que tras la apertura del expediente, en el que consta que Giorgio tenía permiso para trabajar en Balears en el sector de la restauración, pero no como personal de confianza de la consellera, se solicitó el «cambio de actividad» de la argentina, lo que, interpretó, pone de relieve una «incongruencia grave». La Delegación tenía constancia de este asunto «desde el mes de marzo y por boca nuestra no salió», de modo que «si hubiéramos querido hacer una utilización política hubiéramos comenzado» en esa fecha y «no ahora», argumentó.