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José Luis Fernández Fernández, «Jenny», vuelve a los tribunales de Palma once años después del fallecimiento de su compañero sentimental Ramón Gutiérrez Expósito, albañil de profesión, como consecuencia del sida. Jenny, que fue el primer transexual de España que pleiteó contra el Estado para obtener la pensión de viudedad, intentará convencer al titular del Juzgado de lo Social número 3 de Palma que sus argumentos no son «cosa juzgada», como alega la Seguridad de Social. Ha perdido dos juicios desde 1996, en primera instancia y ante la Audiencia de Palma, pero en los últimos años la legislación ha dado un giro de 180 grados al reconocer el derecho al subsidio de viudedad entre homosexuales, según recuerda el abogado que defiende a Jenny, Jaime Rodríguez Viñals.

«La Administración se ampara para denegar el subsidio en que es cosa juzgada, dado que Jenny la había solicitado hace ahora diez años. Pero, según nuestro punto de vista para que se dé la excepción de cosa juzgada debe coincidir, al margen de las partes, la fundamentación jurídica en que se ampara, y la norma actual no estaba legislada a la fecha del primer procedimiento», indicó. El juez de lo Social debe decidir si la causa se ciñe únicamente en la cuestión de si se trata, o no, de caso juzgado con anterioridad o si está afectado por la promulgación de nuevas normas entre un proceso y otro. Mientras llega ese momento, Jenny sigue luchando por lo que considera son sus derechos y no permite que se le discrimine por entender la sexualidad de una forma distinta. Por ello, ha solicitado al colectivo de gays y lesbianas que le apoye en su lucha judicial, tal y como hizo hace diez años, cuando fue pionera de la reclamación formulada por los entonces denominados «travestis».

Ante el juez insistirá en que convivió durante siete años en Palma con el que fue su pareja de hecho, Ramón Gutiérrez, a quien el sida mantuvo postrado en cama durante muchos meses. Para poder cuidar de él, Jenny confesó en su momento que tuvo que dedicarse a la prostitución con el objetivo de pagar los gastos de su enfermedad y la hipoteca del piso. La batalla de Jenny por obtener la pensión de viudedad fue ganada en 2005, casi diez años después, por el cónyuge de una pareja homosexual de Barcelona. Por primera vez en la historia española, el Instituto Nacional de la Seguridad Social reconoció el derecho a percibir una pensión de viudedad a un viudo de una pareja de un mismo sexo.