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Entre las zonas turísticas y lugares de veraneo emblemáticos de Mallorca por su ambiente nocturno, Cala Rajada representa la apoteosis de la marcha sin los altercados por una parte o las restricciones por otra que sufren otros municipios.

Al crepúsculo, las terrazas de los bares con música ambiental, restaurantes y pubs ubicados en antiguas casas de pescadores y chalets reconvertidos al nuevo uso pero conservando su especial carácter, van cobrando vida hasta que, a medianoche la clientela llega a optar por seguir reunida en la calle al quedar atestadas sus dependencias.

Chocolate, Café 3, Castro, o de camino a Cala Agulla, el idílico bar Tambo con sus árboles iluminados, entre otros muchos, y uno de ellos hasta con piscina en su terraza, son nombres asociados a este ambiente que, pese a lo avanzado de la temporada, no ha decaído lo más mínimo y que, en la oscuridad de la noche, forman una brillante e interminable hilera de luces a lo largo del bonito paseo marítimo peatonal que conduce hasta Son Moll.

G. Alomar