Los subalquileres se han extendido en Palma.

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El Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria ha detectado un crecimiento de los subalquileres a inmigrantes por parte de intermediarios y de los inquilinos principales en diferentes barriadas de la ciudad de Palma, prácticas en las que existe una falta de regulación y por tanto un vacío legal que atribuyen a su novedad, según manifestó su presidente, José Oliver Roca, y varios colegiados consultados.

Estos tipos de subalquileres se han venido incrementando en paralelo al crecimiento de la inmigración en las Islas y en estos momentos se han extendido a la gran mayoría de barriadas de Palma, caso por ejemplo de Pere Garau, es Fortí, calle Aragón e incluso en el centro de la ciudad.

Se trata en general de pisos de grandes dimensiones en los que pueden llegar a vivir diversas familias, normalmente de la misma nacionalidad, con un elevado componente de rotación en el tiempo, según informa la patronal de las inmobiliarias. El Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, que indica que han conocido esta situación a raíz de quejas de vecinos o de comunidades de vecinos, no conoce el alcance de esta forma de alquiler debido la escasez de datos oficiales al respecto.

Manuel Yebra, agente de la propiedad inmobiliaria de Palma, informa de que esta fórmula de alquileres se ha extendido «a gran escala» en el municipio de Palma, una situación que atribuye a los elevados precios de los alquileres y al crecimiento de la inmigración. En cuanto a la comercialización, este API afirma que los locutorios regentados por inmigrantes se han convertido en centros de información para los ciudadanos extranjeros que buscan una residencia en la Isla.

Respecto a la legalidad de estas prácticas, los agentes de la propiedad inmobiliaria informan que es conocido que existen casos de intermediarios que forman sus propios «chiringuitos», aunque priman los subarrendamientos por parte de los inquilinos que figuran en el contrato. Afirman que «no existe nada legislado al respecto» y qué es difícil conocer si existen prácticas fraudulentas.

Sebastián Martínez, agente de la propiedad de Calvià, indica que en el sector se «oyen» casos de edificios en Palma en los que intermediarios no API subalquilan pisos a inmigrantes por periodos cortos muy cortos de tiempo, aunque la patronal no tiene constancia absoluta de este caso.