Según Carmen Rojas, en el refugio hay hasta cabras, patos y conejos. Foto: PEP BERGAS

TW
0

Desde la Sociedad Protectora de Animales y Plantas manifiestan su indignación por lo que dijo la responsable de Sanitat, de Cort, respecto a la perrera municipal. Ayer, Carmen Rojas, portavoz de la Protectora, nos exponía que en su centro hay actualmente 210 animales de todo tipo, perros, gatos, conejos, gallinas, palomas, cabras, etc., «que nunca sacrificamos y que, en todo caso, damos en acogida, no como el Ajuntament que los mantiene en la perrera municipal por espacio de 21 días antes de sacrificarlos. ¿Por qué se sacrifican allí y, en cambio, aquí no? El año pasado -echa mano de la estadística que ha conseguido a través de internet-, en Son Reus se sacrificaron más de cuatro mil animales. Y a pesar de ello -añade Rojas- pretenden ahora poner calefacción a los compartimentos para que no pasen frío.

Es más, Cort acaba de comprar un horno crematorio, por valor de 84.000 euros, que garantiza una capacidad incineradora de 140 kilos por hora. Y encima, si ellos necesitan pintura para remozar las jaulas, nosotros necesitamos más jaulas, porque al no sacrificar ningún animal, cada día nos traen más. Animales que muchas veces iban a parar a la perrera, pero como funciona de acuerdo a un horario, cuando llaman estando fuera de él, al no contestar nadie, nos lo traen aquí. Tampoco es la primera vez que la Policía Local recomienda a quien quiera desprenderse de un perro que nos lo traiga al refugio, donde no percibimos ni un céntimo de Cort. La única ayuda que tenemos es la que, de forma puntual, nos da el Consell de Mallorca. El resto lo hemos de buscar nosotros a base de mercadillos y ayudas de socios». Según nos muestra la portavoz del refugio de animales, «anualmente destinamos a gastos un presupuesto, este año es de 42.166 euros, que se van en sueldos y seguridad social de personas que trabajan aquí, salidas, seguros, gasolina, comida, etc. Por supuesto que hemos pedido subvenciones a Cort. Nos hemos cansado de pedirlas, pero hasta hoy no han hecho más que ningunearnos».

Acompañados por Carmen Rojas recorremos el centro. Los animales están separados por razas y, a su vez, por edades. Los conejos en un lugar, las gallinas en otro, las cabras en otro, los perros en otro y los gatos en otro. Aparte de esta clasificación, llama la atención lo limpio que está el lugar. «También nos encargamos, no sólo de recoger los animales heridos o abandonados tras un atropello, sino de pagar la cuenta del veterinario. Y eso lo hacemos las 24 horas del día. En cambio, Cort sólo lo hace a determinadas horas. Desde la perrera municipal propusieron que nos encargáramos de dar ese servicio. Nos pagarían con jeringuillas y agujas. Un servicio que vale 30 euros más gastos de veterinario. Contestamos que no, claro».

P. Prieto