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La oposición ya ha dado su versión sobre los presupuestos del Govern para 2007. Según PSOE y PSM, la deuda será de 256 millones, y no de 123 millones, tal y como se refleja en el proyecto de Presupuestos. La oposición sostiene que, además de los 94 millones de la deuda del Govern, deben añadirse la prevista para las entidades y sociedades públicas, que asciende a 161 millones de euros. En total, el Govern y su holding aumentará su endeudamiento en 256 millones para el próximo ejercicio. La portavoz del grupo socialista, Francina Armengol, dijo que el Govern «engaña y hace trampas». Desde el PSM, su portavoz, Joana Lluïsa Mascaró, la política presupuestaria del Ejecutivo es «nefasta».

El PSOE cuestiona, además, que el Govern haya incluido en sus presupuestos unos ingresos de 174 millones por la transferencia del Estado en materia de carreteras cuando el convenio con el Ministerio de Fomento está suspendido. La decisión del Govern de derogar la autotasa también ha sido motivo de crítica por parte de la oposición. El PSOE considera que los miembros del Ejecutivo parecen «una cuadrilla de jugadores de póquer» por anunciar que se creó la autotasa para ganar tiempo y no aplicar el «céntimo sanitario» a través del incremento del impuesto de hidrocarburos. En la misma línea, el PSM pidió ayer a los representantes del Govern que pidan perdón por reconocer que se creó la autotasa para ganar tiempo y no aplicar el «céntimo sanitario» con el objetivo de saltarse la ley del déficit cero. Según Armengol, el conseller d'Economia, Lluís Ramis de Ayreflor, «ha hecho el ridículo más importante que nunca ha protagonizado un conseller al admitir que quiso engañar a un ministro». «Comienza a ser hora de que pidan perdón y se vayan», contestó Mascaró, del PSM, sobre este mismo asunto.

Desde el Govern, su portavoz, Joan Flaquer, recalcó que las cuentas del próximo ejercicio están en línea con el plan de equilibrio presupuestario, a pesar de las denuncias de la oposición. Flaquer, además, reiteró que el Govern no engañó a nadie con la autotasa ya que, según recalcó, desde el primer momento se dijo que no tenía carácter recaudatorio. «Los que tendrían que dimitir son los miembros de la oposición, que dijeron que se aumentaría el impuesto de las gasolinas y no se incrementó», contestó Flaquer tras conocer las críticas de la oposición. Flaquer precisó que la autotasa se hubiese implantado sólo en caso de alcanzar un acuerdo con el sector. Como el consenso no fue posible, el impuesto no llegó a crearse y ahora será derogado.