TW
0

Aumento de tamaño, diseñado como futuro edificio emblemático de Palma y ser una realidad en ciernes, fueron las tres apreciaciones del arquitecto navarro Patxi Mangado sobre el proyecto de ejecución final del Palacio de Congresos de Palma, cuya adjudicación para su construcción, gestión y explotación se producirá entre febrero y marzo de 2007.

Del proyecto de ejecución inicial al final, se ha incrementado el presupuesto en 18 millones de euros, al pasar de 92,6 a 110 millones. La superficie construida se amplía en más de 12.000 metros cuadrados, de los 64.879 a 76.379, principalmente por la ampliación de habitaciones del hotel, de 155 a 285, y la superficie comercial, de 446 a 1.846 metros cuadrados».

Mangado, tras asistir a la entrega del proyecto (2 cajas de 70 kilos cada una, con mil planos) y la inauguración de la sede de Palau de Congressos Palma de Mallorca, puntualizó, antes de explicar en la CAEB el proyecto definitivo al sector empresarial, que agradecía el que no le hubieran implicado en las diferencias políticas habida sobre el proyecto. «Me han dejado al margen, lo cual lo agradezco mucho. Es como si me hubieran hibernado para no asistir a este problema. He trabajado con tranquilidad, lo cual era necesario para poder tener listo un proyecto tan grande y complejo».

El arquitecto consideró que se dan «todas las condiciones» para que el Palacio sea un éxito. Asimismo dijo que el proyecto no ha experimentado modificaciones sustanciales, «sólo se ha ampliado el tamaño y se han hecho algunos cambios en el programa, pero en la respuesta que da al lugar y al mar y lo pretendidamente emblemático que será, hemos sido fieles a la idea inicial». Y añadió, en relación a las declaraciones de la presidenta del CIM, María Antònia Munar, que esté «tranquila, que el edificio será lo suficientemente emblemático y tendrá un carácter lo suficientemente icónico como para que haya una fotografía extraordinaria. Será tan emblemático como el Guggenheim».

La alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, calificó el proyecto de «imprescindible para la Palma y Balears», por sus implicaciones económicas y como edificio emblemático para Ciutat. El conseller de Turisme, Joan Flaquer, afirmó que su construcción «resolverá un auténtico déficit, que se ha cubierto con calidad, al llevar el sello de unos de los mejores arquitectos del mundo».

El proyecto ejecutivo final será remitido al Ajuntament, para que los técnicos le den el informe técnico favorable, con el fin de iniciar su tramitación administrativa.