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P. CANDIA/LL. ALEMANY
Normalidad absoluta. Ese fue el parte oficial hecho público ayer por la portavoz de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) con respecto a la entrada en vigor de la nueva normativa europea sobre seguridad área en Son Sant Joan. Esas medidas, como se sabe, restringe los productos que se pueden llevar en el equipaje de mano, principalmente, y no se tradujo en retrasos en las labores de facturación de los 31.000 pasajeros que, a bordo de 340 vuelos, circularon ayer por las dependencias aeroportuarias.

En verano, es habitual que transiten por Son Sant Joan más de cien mil turistas diarios.

La portavoz explicó que ayer, hasta las 20.00 horas, «todo ha transcurrido con absoluta normalidad», aunque matizó que «otra cuestión muy distinta podía haber ocurrido si la entrada en vigor de esas medidas se hubiese producido en temporada alta», señaló.

Fuentes de las compañías aéreas Iberia, Spanair y Air Europa explicaron a Efe, asimismo, que la puesta en marcha de las nuevas normas no causó retrasos ni grandes aglomeraciones de viajeros durante la hora punta de la mañana, aunque sí hubo que informar a muchos pasajeros y algunos volvieron a los mostradores de facturación desde el control de seguridad para facturar lo que era su equipaje de mano.

En el aeropuerto de Palma se informó de las nuevas normas a los viajeros, quienes recibieron folletos y la bolsa de plástico necesaria para introducir los aerosoles y envases con líquidos antes de pasar por el control.

Aún así, algunos pasajeros llegaban al filtro de seguridad sin saber qué productos no podían llevar en el equipaje de mano y se quejaban ante los vigilantes de seguridad «de lo complicado e incómodo que es todo esto, de lo que se debería informar mejor».