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NEKANE DOMBLÀS
La presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, aseguró ayer que está «pagando las consecuencias» de no haber pedido perdón, en nombre de todos los mallorquines, a Pedro J. Ramírez después de que representantes de ERC, entre otros, entraran en la piscina que posee en la Costa dels Pins. Munar fue entrevistada ayer si era cierto que el director de El Mundo la llamó para pedirle que se disculpara. La presidenta del Consell desveló que no fue una llamada de teléfono, sino una petición personal, en el transcurso de una comida. Ramírez le pidió que se disculpara a lo que ella se negó, lo que le ha valido una campaña en su contra en El Mundo.

Munar aseguró que no consideraba procedente pedir disculpas dado que en Mallorca hay opiniones encontradas con respecto a este tema. Precisó además que hay muchos ciudadanos que consideran que no debe haber «injusticias», sino que todos los ciudadanos deben ser iguales ante la ley. La presidenta señaló que el presidente del Govern, Jaume Matas, sí se disculpó, lo que, en su opinión, le dejó «en muy mal lugar». El 20 de agosto de 2005, el president Matas recibió en su despacho a Ramírez e informó posteriormente a los periodistas que le había pedido disculpas en nombres de los mallorquines. Fuentes del Govern han asegurado que Ramírez no pidió al president que se disculpara.

«Me lo pidió personalmente en una comida, y la verdad es que le dije que a mí no me gustaba que hubiera problemas en su piscina, pero tanto como pedir perdón en nombre de los mallorquines pues, obviamente, había de todo: unos a lo mejor le pedían disculpas, a otros les parecería estupendo y a otros no les parece bien que haya injusticias porque todos somos iguales ante la ley», dijo.

La presidenta calificó de «historia desagradable» todo lo sucedido este verano en relación con la piscina. Munar recalcó la peculiaridad que supone que la piscina de Pedro J. Ramírez sea la única que tiene un trato singular de todas las que existen en la costa con las mismas características y calificó de «patético» el convenio firmado entre el propietario y el Ministerio para que los niños de la zona puedan bañarse en época no estival. También recordó que Jaume Matas acudió a la contramanifestación de desagravio.