La vicepresidenta del Govern, Rosa Estarás, con su hijo. Foto. PERE BOTA

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El dibujante Antoni Bibiloni, más conocido como Bibi, emprendió ayer la séptima Maratón de Caricaturas en el Corte Inglés, a beneficio de la Asociación de Padres de Niños con Cáncer de Balears (Aspanob) con el objetivo de superar los 2.084 dibujos pintados el pasado año. «Empecé a aficionarme al dibujo en la escuela y desde los 17 años me inicié a nivel profesional en eBaleares. Aquí hago una caricatura de forma gratuita y a cambio recibo la voluntad, que va destinada a los padres de niños oncológicos», indica recordando con contenida emoción que «mi padre murió de esta enfermedad». Bibi dibuja en la tercera planta de los almacenes mañana y tarde hasta el próximo día 2 de diciembre, abierto a todos los interesados, si bien por la mañana tiene un compromiso especial con todos los colegios que consideren esta actividad pedagógica, con más de mil niños por centro y que van a suponer más del cincuenta por ciento de su producción en cadena.

En anteriores ediciones la recaudación ha superado los seis mil euros. Se trata de un evento ya de tradición anual y que ayer contó con la presencia de conocidos políticos, como la vicepresidenta del Govern, Rosa Estarás; el delegado del Gobierno, Ramón Socias; el director general de Joventut, Joan Gálvez; la regidora de Acció Social del Ajuntament de Palma, Margalida Ferrando, o el presidente de S'Institut, Toni Serra. Todos le ofrecieron una amplia sonrisa al comprobar los llamativos resultados. «Son caricaturas amables, para enmarcar. Nadie se lo ha tomado nunca a mal. La caña la dejo para el diario», asegura Bibi mientras con seguridad y decisión su mano firme guía el rotulador negro sobre el papel resaltando los rasgos más notorios de cada uno. «Para mí es algo innato, desde lejos ya me fijo en los que más destaca de cada cual», asegura el autor de la caricatura más larga del mundo, que con 122 metros quedó inscrita en el libro Guiness de los Récords. Desde entonces y sumando todas las maratones, Bibi calcula que habrá dibujado alrededor de 15.000 caricaturas, entre las que han desfilado muchas caras conocidas.

Una tarea espectacular que realiza al frenético ritmo de una caricatura por minuto y medio. Al final de la jornada, con cerca de 200 dibujos, afirma que le duele el antebrazo y llega a sufrir cierta ansiedad, ante los doce días que se presentan con largas horas de actividad incesante. Todo un reto físico y artístico que, sin embargo, le produce la satisfacción que aporta este simpático trabajo para una buena causa, como es mejorar la calidad de vida de los niños afectados por esta enfermedad así como dar el apoyo necesario a sus familiares.

Gabriel Alomar