El PSOE volvió a pedir ayer una nueva prórroga a la vista de que la 'tercera vía' financiera que propuso Antich no fue aceptada por la vicepresidenta Rosa Estaràs, que la consideró inconcreta. La petición de esta prórroga permitirá que los representantes de ambos partidos se reúnan de nueva en la que será la semana decisiva para la reforma estatutaria.
La negociación sigue bloqueada por la cuestión de los 3.000 millones de euros o su fórmula alternativa, si bien han aparecido otras cuestiones que, sin ser tan relevantes, también dificultan el acuerdo. En las enmiendas que ha presentado el PSOE se incluyen modificaciones que afectan a la financiación y la entidad jurídica y administrativa de los consells, algo que el PP no está dispuesto a aceptar.
Donde sí hay acuerdo por el momento es en la supresión de la denominación específica de las modalidades insulares. El PP ha aceptado una enmienda del PSOE para que en lugar de «mallorquín, menorquín, ibicenco y formenterés», el Estatut se refiera a las modalidades de Mallorca, Menorca, Eivissa y Formentera.
En lo que sí coinciden los dos partidos es que si el acuerdo no se cierra esta misma semana es casi imposible que haya tiempo material para aprobar la reforma estatutaria. El PSOE quiere una negociación política previa a las reuniones oficiales de ponencia y comisión ya que, en caso contrario, la reforma estatutaria no estaría aprobada antes de que finalice el periodo de sesiones. Ello implica que la reforma no entraría en vigor hasta la próxima legislatura.
El portavoz del PSOE en el Congreso, Diego López Garrido, pidió ayer tomar «el tiempo que sea necesario» para que las negociaciones sobre el texto de la reforma del Estatut terminen en acuerdo. López Garrido, en una conferencia de prensa celebrada en el Congreso, confió en que «lo antes posible» las conversaciones con el PP lleguen a buen puerto y culminen en el consenso.
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