Aída Gesamí Barceló i Lora viaja hoy mismo a Marruecos como coordinadora de un proyecto de cooperación denominado «El papel de la Inmigración en los cambios sociales y económicos y su repercusión en la mujer marroquí». Un estudio en el que participa el departamento de Filosofia i Treball Social de la UIB y que se realiza en conjunto con la Union de l'Action Féminine, Universidad Abdelmalek Essaâdi y el Ayuntamiento de Martil (norte de Àfrica).
El objetivo de la investigación que se realiza en Mallorca y también en Marruecos es conocer la realidad de las mujeres inmigrantes, el impacto de la inmigración en el norte de Marruecos así como el análisis de los cambios legislativos que afectan a las mujeres en el país africano.
Aída Gesamí es la segunda vez que participa en un proyecto de cooperación en el norte de Àfrica. Como aspectos destacados en este viaje a la realidad de la mujer inmigrante, Aída destaca la importancia del análisis del prejuicio, una diana del proyecto.
La idea de un ser humano inferior desde un punto de vista moral o intelectual por pertenecer a otra cultura se expresa en la «intolerancia hacia las expresiones que reflejan el vínculo, las raíces y la identidad de estas mujeres. No entiendo la polémica que existe en Occidente sobre el uso del velo (hiyab), para ellas es muy importante poder expresarse, decir quiénes son y ser respetadas por ello. Tienen un concepto de la desnudez diferente al nuestro, es sólo eso, no hay que ir más allá, no hay que intentar explicar el velo como un símbolo machista o de inferioridad».
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