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Son muchas las tradiciones que si dejarán de existir cambiarían por completo el significado de nuestra Navidad y, sobre todo, de la Nochebuena en Mallorca como es el caso de la celebración de ses matines o la Misa del Gallo. Pese al paso del tiempo está tracidición perdura, se mantiene y «se adapta».

Muchas iglesias de Mallorca han modificado en los últimos años el horario de celebración de esta misa porque «las familias quieren mantener estas tradiciones populares y están más satisfechas si pueden venir antes y cenar luego con más tranquilidad», nos cuentan algunos párrocos. Acompañando esta tradición es incondicional también el hermoso cant de la Sibil.la, Bien de Interés Cultural, que se mantiene en nuestra Isla y en el Alguer. El canto profético medieval, muy arraigado a la zona de Catalunya, llegó a Mallorca gracias al rey Jaume I durante la Conquista. Tras ser prohibido por el Concilio de Trento ha conseguido sobrevivir en estos dos puntos. Así el domingo muchas iglesias de la Isla acogieron ses matines, que algunos casos comenzaron antes de lo habitual. La iglesia de Santa Margarita o San Pío X fueron las que adelantaron más la celebración, ya que en ambas empezó a las 18.00 horas. Antes de la medianoche, también tuvo lugar en la iglesia de Sant Sebastià y la persona encargada del canto fue Carmen Lorente. Pero la Sibil.la se entonó en otros puntos de la Isla. A las 19.00 horas Maria de Lluc Fornas cantó en la iglesia de Crist Rei de Inca; Maria Rosselló, en la iglesia dels Dolors de Manacor. Desde las 23.00 horas muchos fieles, que anticipando la cena de Nochebuena, asistieron a la misa de ses matines en Santa Catalina Thomàs, la Encarnación, Santa Maria la Major de Inca, Nuestra señora de Lluc o la basílica de Sant Francesc donde el jovencito Francesc Urgell, interpretó el canto.

Sin embargo, la Seu es uno de los lugares más emblemáticos para asistir a la celebración de ses matines. Margarita Mateu, de la Capella Mallorquina, fue la encargada de entonar ecant de la Sibil.la, mientras que Aitor Palmer fue elegido para predicar el sermón de Calenda. El obispo de Mallorca, Jesús Murgui, presidió la eucaristía.

Ana Largo