La presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, aprovechó ayer el debate de política general de la institución mallorquina para proponer la creación del Síndic del Territori como órgano de supervisión, vigilancia y disciplina de la actividad urbanística que garantice el cumplimiento de la Ley. «Sería una instancia a la que apelar ante cualquier infracción y a la que las diferentes administraciones competentes deberían dotar de plenos poderes para que pueda ejercer sus funciones», propuso Munar en su intervención. La presidenta del Consell planteó también la creación de un plan integral de inmigración y un pacto por la lengua en un discurso en el que defendió las actuaciones emprendidas por la institución en la tutela por las irregularidades urbanísticas cometidas en Andratx. Precisamente, Munar calificó de «reprobable» la actuación urbanística en Andratx, dijo que el Consell había actuado con lealtad institucional y recordó que, de hecho, su gobierno había suspendido en 2005 el planeamiento aprobado por el gobierno de Eugenio Hidalgo. «Se incoaron 40 expedientes de disciplina en suelo rústico», recordó Munar en relación a Andratx. La presidenta del Consell precisó que la institución ha multiplicado por dos el importe de las sanciones, por cuatro las de demolición y por siete las impugnaciones de licencias.
Tras aclarar la intervención del Consell en el 'caso Andratx', Munar insistió en que no entendía la aprobación de la Ley de Capitalidad. La líder de UM asumió que Palma necesita una compensación, pero criticó que se pueda crear «una taifa independiente en materia urbanística» para la capital mallorquina. «No parece adecuado que mientras unos municipios se ajustan de manera escrupulosa al Plan Territorial, el Ajuntament de Palma pueda dictar sus propias normas». Para Munar, con la entrada en vigor del nuevo Estatut, y pese a la aprobación de la Ley de Capitalidad, las competencias urbanísticas volverán al Consell de Mallorca. En relación a la inmigración, Munar planteó la necesidad de adoptar medidas «a todos los niveles». «Hemos de evitar que la diversidad cultural que aporta la inmigración suponga la desaparición de los elementos intrínsecos de nuestra personalidad como pueblo», dijo. Para Munar, es urgente la intervención de las comunidades autónomas en el control de los flujos migratorios y la creación de un plan para prever las consecuencias de la inmigración.
Durante su discurso, Munar dijo que debe ponerse en marcha un Pacto por la Lengua con la finalidad de «establecer las reglas claras e inamovibles para que el conocimiento y reconocimiento de nuestra lengua, y su uso social, queden al margen de acciones de gobierno». A lo largo de su discurso, Munar no ocultó que el pacto de gobernabilidad con el PP había tenido efectos positivos, como también los tuvo, en opinion de la presidenta de Mallorca, el acuerdo con los partidos de izquierdas. «Mi presidencia ha estado avalada por el apoyo de todos los partidos presentes hoy aquí», subrayó. Sobre las carreteras, Munar aseguró que se había conseguido una «red espléndida». «Mallorca necesita mejorar sus infraestructuras viarias. También las ferroviarias, escolares o sanitarias, pero necesitaba arreglar las carreteras. No podíamos estar más tiempo con la incomodidad y, sobre todo, la inseguridad de millones de desplazamientos». Munar defendió el diseño de sus carreteras.
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