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J.J.S.
El Observatori per a la Convivència Escolar ha recibido desde su fundación, en 2005, un total de 34 denuncias por parte de padres referidas a agresiones y presiones físicas o psicológicas a sus hijos en el ámbito escolar.

Este dato fue expuesto ayer por Jordi Llabrés, comisionado del Observatori per a la Convivència Escolar, durante la presentación de la jornada «Els plans de convivència escolar: una oportunitat per avançar», que se celebrará el 9 de febrero en el auditorio del Conservatori de Palma con una presencia prevista de unos 500 asistentes.

Llabrés recordó que, en el curso 2007-08, deben estar funcionando en los centros docentes las comisiones de convivencia -que a su vez aplicarán los planes de convivencia-, integradas, como mínimo, por el director del centro, el jefe de estudios y representantes del departamento de orientación, el profesorado, el alumnado y los padres. La comisión de convivencia dependerá del Consell Escolar, que incluso puede decidir una ampliación del número de integrantes de la comisión. Las comisiones deberán reunirse, como mínimo, una vez cada trimestre y al final de cada curso entregarán una memoria a la Direcció General d'Inspecció Educativa y al Observatori per a la Convivència Escolar.

Asimismo, Jordi Llabrés explicó que, también desde 2005, la Direcció General d'Inspecció Educativa ha abierto unos 600 expedientes sancionadores graves por comportamientos conflictivos de alumnos, lo que se correspondería con un 0,38 por ciento de los 150.000 estudiantes matriculados en Balears. Según un estudio a nivel estatal, la media española se situaría en algo más de un 2 por ciento.