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El obispo de Mallorca, Jesús Murgui, presidió la solemne eucaristía celebrada ayer en la Seu con motivo de la Festividad de Sant Sebastià, patrón de Palma. Durante la homilía, Murgui realizó un alegato en favor de los colectivos de inmigrantes y marginados: «Hay que construir una ciudad humana, donde se ejerzan valores cristianos».

La atención a los colectivos más desfavorecidos de Mallorca centrará el Plan Pastoral que el Obispado de Mallorca ha establecido para los próximos tres años.

Murgui hizo asimismo un comentario sobre la ética de la vida pública al hilo de la lectura de un pasaje de Isaías que ilustró el oficio: «La vida pública necesita palabras de justicia y misericordia, frente a la venganza o la calumnia», dijo.

En la Catedral de Mallorca se dieron cita cerca de 300 personas, entre ellas, la vicepresidenta del Govern, Rosa Estaràs; el conseller de Interior, José María Rodríguez; el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Balears, Antoni Terrasa; el general jefe de la Comandancia General de Balears, Emilio Roldán; así como la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, acompañada por los miembros del Consistorio palmesano; Bartomeu Carrió y Aina Pilar Gelabert, del grupo municipal PSM; y Antoni Roig, del PSOE.

Por otra parte, Catalina Cirer defendió la Ley de Capitalidad y destacó que la norma «no va contra el Estatut ni contra otras instituciones, sino en beneficio de los palmesanos». Asimismo, la alcaldesa expresó su preocupación por la «apropiación» y «la utilización de dinero público» en la promoción del candidato de UM a Cort, Miquel Nadal. Queja realizada tras la publicación, el pasado jueves en un diario gratuito, de un anuncio sobre las fiestas de Sant Sebastià rubricado por el CIM, junto a una entrevista de Nadal.