El parque recibía ayer la visita de algunos curiosos.

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A las nueve de la mañana de ayer, el Parc de sa Riera estaba en perfecto estado de revista. De los restos de la noche anterior apenas quedaba nada. Tan sólo un par de latas de cerveza y un arbolito arrancado de cuajo, no sabemos si por alguien que asistió a la gala o por las máquinas limpiadoras. A todo esto se empezaba a ver gente disfrutándolo. Gente mayor y algún que otro nene. No mucho público, por ser las primeras horas del primer día tras la inauguración, pero todo se andará.
Para saber cómo se llevará a cabo su mantenimiento, citamos en él a Rodrigo de Santos, teniente alcalde de Urbanisme. «Durante dos años -nos dijo- su infraestructura queda a cargo de la empresa constructora, Acciona y de Dalmau y Roig. Después se ocupará de este menester Son Pax. Mientras tanto, los servicios del parque quedan a cargo del EMOP, que pronto contará con una directora, y en un futuro vamos a ver si le dotamos de vigilancia privada durante las 24 horas».
Rodrigo de Santos tiene claro que el parque va a mejorar a medida que transcurran los días, que en los claros de los bancales crecerá el verde, lo mismo que sobre el muro que lo separa de las casas de Es Fortí. Igualmente, el piso. Construido a base de arena estabilizada con cal, con el paso del tiempo se irá solidificando hasta el punto de que ni la lluvia creará charcos en él. También tiene muy claro que el funcionamiento del parque contribuirá a su matenimiento, de ahí que se estén programando una serie de eventos, actos y visitas, y que se hayan establecido contactos con entidades como Sa Nostra y la CAM para que ofrezcan sus actividades y servicios. Por otra parte, los restaurantes y cafeterías con que cuenta el parque saldrán a contratación y los ingresos que aporten éstas se reinvertirán en él, ya sea en actividades culturales, deportivas, de ocio, teatro, cine 'a la fresca', etc. En el parque, De Santos coincidió con Gabriel Figuerola, de AAVV de Es Fortí, quien nos manifestó que «es fantástico; estamos encantados», y que se cuide «dependerá de cómo lo tratemos los usuarios. Porque si no somos capaces de cuidarlo, tampoco podremos exigir».


Pedro Prieto/Fotos: Click