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Los hospitales de Son Llàtzer y Manacor pusieron en marcha en 2006 un nuevo programa de criba en las mujeres embarazadas que permite aumentar de un 60 a un 90 por ciento la exactitud para detectar casos de anomalías congénitas en el feto.

Esta técnica, que ahora se llevará a cabo en todas las mujeres embarazadas que acudan a los hospitales de Son Llàtzer y Manacor, permitirá reducir en dos tercios las pruebas invasivas, como la amiocentesis o la biopsia, que hasta ahora se realizaban en todas las mujeres embarazadas mayores de 35 años y en aquéllas con riesgo de tener un hijo con anomalías cromosómicas.

Así lo explicó ayer el gerente de Son Llàtzer, José María Campuzano, acompañado del jefe de la Unidad de Salud Reproductiva del hospital, Miquel Juanm y del jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología del hospital de Manacor, Andrés Calvo, detallando el programa.

Según explicó Juan, este programa de criba se centra en el feto, en lugar de hacerlo en el historial de la embarazada, de manera que, con una ecografía que se realiza entre la undécima y decimotercera semana de gestación, se comprueba el estado del cuerpo, así como su anatomía y, en concreto, el grosor de la piel de su nuca.