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J. T./EUROPA PRESS
La presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, pidió disculpas al secretario general del PP, José Maria Rodríguez, por votar a favor de su dimisión en el último pleno que celebró la institución insular, pero subrayó que en ningún caso UM ha actuado de forma desleal con el PP, sino que, a su entender, la oposición preparó una «propuesta trampa» frente a la cual votar en contra hubiera significado mostrarse a favor de la corrupción en Andratx.

«Niego rotundamente que haya habido deslealtad por parte de UM», espetó Munar en declaraciones a la Cadena SER, en las que reiteró que el pacto de gobernabilidad con el PP, que ha permitido ofrecer soluciones a problemáticas históricas, «no está roto», aunque afirmó entender que a Rodríguez le molestara que UM votara a favor de su dimisión, por lo que reiteró sus disculpas al conseller.

«Particularmente, a mi tampoco me gustó, y por ello me disculpo, porque nunca hay que personalizar y entiendo que (Rodríguez) esté dolido con UM. Lo siento mucho, no era mi intención, no era nuestra propuesta. Lo que sucedió es que se trataba de una proposición en conjunto en la que el pronunciamiento debía de ser sobre Andratx, y, por tanto, no era posible votar en contra de que termine la corrupción en Andratx, ni de que se aprueben las normas subsidiarias», recalcó la presidenta, que puntualizó que si el PSIB hubiera accedido a votar por separado las propuestas, el PP también se habría sumado a la votación.

De esta manera, Munar enfatizó que el pacto de gobernabilidad está por encima de «intereses partidistas», y añadió que lo importante es que se pongan soluciones a los problemas de los ciudadanos. «El pacto ha sido bueno para Mallorca, se han hecho muchas obras y dado soluciones a temas complejos, especialmente en materia de carreteras y con la aprobación del Plan Territorial», estimó, tras precisar que si se hubiera aprobado veinte años antes, «el caso Andratx no habría ocurrido».

Por otra parte, y en relación con los problemas urbanísticos que vive el municipio de Andratx, una docena de licencias de obra mayor pedidas desde que estalló la 'operación Voramar' pueden acabar siendo aprobadas por silencio administrativo si los solicitantes no reciben respuesta del Ajuntament o del Consell en tres meses. La mayoría son para vivienda unifamiliares, pero en esta misma situación se encuentra además el hotel de Cala Blanca.

La posibilidad de que estos permisos se consoliden se explica en el hecho de que el Ajuntament no concede licencias desde que se inició la operación y no aprueba una moratoria. Sin embargo, cuando se pide la licencia, cobra las tasas, momento a partir del cual comienzan a contar el plazo del silencio administrativo. Finalizados los tres meses, las licencias se consolidan si se ajustan a la norma.