TW
0

Es evidente que la política de transporte ha sido uno de los grandes retos del Govern de Jaume Matas. La situación heredada por el gabinete autonómico no era precisamente buena y hacían falta muchas inversiones, aunque el propio Matas ha reconocido en más de una ocasión los méritos del Pacte en la política de transporte. Aún así, no es comparable lo que hizo el Govern de Antich y las infraestructuras impulsadas por el Ejecutivo de Matas. Es evidente que el salto cualitativo en política de transporte se producirá durante esta legislatura. La inauguración de la estación intermodal de la Plaça d'Espanya y la entrada en funcionamiento de la línea de metro entre Palma y la Universitat serán dos hitos en la política de transporte, cuyo mérito hay que atribuírselo a la consellera d'Obres Públiques, Mabel Cabrer, quien en un tiempo récord ha sido capaz de impulsar iniciativas que sus antecesores no fueron capaces de ejecutar en el conjunto de las anteriores legislaturas. El balance es demoledor. La estación intermodal -cuyas imágenes difunde hoy en exclusiva este periódico- es una infraestructura moderna y amplia, que muy pronto podrán disfrutar los usuarios del tren. Además, la nueva estación permite la ampliación de nuevas líneas ferroviarias y de metro. Se ha construido una estación para que los ciudadanos de Mallorca seamos conscientes de las ventajas que ofrece el transporte público.

También sería aventurado discutir que la línea de metro entre la UIB y Palma es una iniciativa de gran calado. En apenas unos meses la línea estará en funcionamiento y se abre la posibilidad de ampliar nuevas rutas en las próximas legislaturas. La estación intermodal de la Plaça d'Espanya está preparada para nuevas líneas de metro. En política de transporte, muy pocos pueden negar que el Govern de Matas se ha ganado un sobresaliente.