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Unas 350 personas según la Policía Nacional, 1.000 según los organizadores, asistieron ayer a la manifestación convocada por la Plataforma Salvem la Real tras el inicio de las obras del nuevo hospital de referencia de Palma, en la finca de Son Espases.

La protesta, que transcurrió de forma pacífica, se llevará a cabo todos los sábados, a las 16.30 horas, tal y como anunció la portavoz de la plataforma, Aina Calafat.

Lemas como «Diagnòstic: corrupció» «Assasins de la terra» o «Pelotazo en Son Espases, palacete en Son Feliu» (en alusión a la nueva casa del president Jaume Matas), fueron algunas de las consignas que sostuvieron los manifestantes, entre los que se encontraba el regidor de EU-EV, Eberhard Groskke; Gabriel Barceló, secretario general del PSM y candidato de Bloc per Mallorca; y Angels Fermoselle, de la Plataforma Parc de les Vies, entre otros.

Joan Francesc March, sacerdote de la comunidad del Monasterio de San Bernat, afirmó sentirse «consternado» y «apenado» por el comienzo de la obras en Son Espases. Para el sacerdote de La Real «es la ausencia de sensibilidad de los gobernantes la causante de la destrucción de la Isla».

Joan Francesc March denunció que el Monasterio de la Real «queda condenado a ser un monumento inútil, a pesar de haber sido declarado Conjunto Histórico por la Unesco».

En la misma línea se manifestó Aina Calafat: «Un pueblo que para crecer y prosperar tiene que destruir su historia, está condenado a perder sus raíces».

Calafat lamentó que se haya elegido Son Espases para hacer el hospital, «una obra que congestionará más si cabe el tráfico en la carretera de Valldemossa».

Los vecinos fueron caminando desde un lugar conocido como «Quatre cantons», punto situado entre el Monasterio de la Real y la finca de Son Espases Vell, hasta la carretera de Valldemossa donde concluyó la protesta.

«Hay que hacer una revolución que despierte a todo el mundo», afirmó ayer Joan Francesc March, monje de los Sagrados Corazones, escritor y encargado de la biblioteca de San Bernat, quien denunció: «En todo esto ha habido inmoralidad, dinero y mucho negocio». Por su parte, Aina Calafat, afirmó que con la compra de los terrenos cercanos al futuro hospital «por parte de Rustic o Vicente Grande» evidencia «la especulación o información privilegiada de algunos». Asimismo, Calafat denunció que «acequias y molinos musulmanes, catalogados por el Consell, han sido ya destruidos».