El recinto ferial de Palma acogió ayer por la mañana la inauguración de la XIII Fira d'antiguitats i obres d'art. Un certamen que cuenta con un total de 43 expositores que permanecerán en las instalaciones aeroportuarias hasta el 4 de marzo, de 11.30 a 21.00 horas, excepto el último día que el salón cerrará sus puertas a las 20.00 horas.
El espacio alberga a representantes de distintos sectores procedentes en su mayoría de la península, un pequeño porcentaje extranjero y también un gran representación balear. Anticuarios, coleccionistas y galeristas ofrecen al público mallorquín mobiliario antiguo, cerámicas, esculturas, preciosas joyas, libros, art decó y sacro o cientos de piezas antiguas de vitrina y coleccionismo.
«Algunas de las piezas que se pueden adquirir aquí son pequeños y grandes caprichos» comenta uno de los expositores. Libros de horas, por unos 7.200 euros; joyas, a partir de los 200 euros; piezas exclusivas como cámaras fotográficas o máquinas de escribir; lámparas de porcelana del año 1820, una colección de platos de la real fábrica de la Moncloa, a 1.500 euros la unidad, cajas de música del siglo XIX, contrabajos, cómics, utensilios de cocina y otros muchos objetos que destacan por su elaboración.
Ana Largo
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