«La base para mejorar la educación son infraestructuras y programas educativos dignos y esto se consigue con inversiones», advirtió ayer el vicepresidente de la Federació d'Associacions de Pares i Mares d'alumnes de Mallorca, Jaume Ribas.
La principal reivindicación de estas asociaciones, agrupadas en una plataforma, son más inversiones en infraestructuras educativas. Según estos, mientras las directivas europeas marcan que las inversiones tienen que suponer el 6% del PIB, en Balears sólo se invierte un 2,8%. Esto, sumado a la fuerte llegada de inmigrantes -muchos cuando ya se ha iniciado el cursoy al proceso de expulsión de población de Palma hacia la Part Forana, genera la saturación de centros y problemas de convivencia escolar. Para estas entidades, el ejemplo de la situación actual es el instituto de Alcúdia, con 450 plazas y que ahora ya tiene 800 alumnos a pesar de las manifestaciones para reclamar la construcción de un nuevo centro y el compromiso del Govern para hacerlo, lo que pone en duda la agilidad del proceso elegido por la Conselleria. El Govern pretende invertir 48 millones en 26 infraestructuras educativas a través de una fórmula de endeudamiento que afecta a los Consistorios. Según los padres, la precaria situación de los ayuntamientos y el diferente color político dificulta las inversiones.
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