Imagen del primer tren, procedente de Manacor, que entró en la estación intermodal. Foto: SERGE CASES

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La estación intermodal de Palma entró ayer en funcionamiento con normalidad, tal y como constató la consellera de Obres Públiques, Mabel Cabrer, que poco antes de las diez de la mañana se dio cita en la misma en compañía del gerente de SFM, Rafel Pons, para supervisar in situ el desarrollo de esta primera jornada. Un estreno, por otra parte, que no dejó indiferente ni a usuarios ni a trabajadores de Serveis Ferroviaris de Mallorca: «La realidad ha superado las expectativas», comentaron. Normalidad y puntualidad en la salida y llegada de los primeros trenes a la estación intermodal de la Plaza de España. A las seis de la mañana salía el tren Palma-Sa Pobla y a las 7.55 horas llegó al centro de la ciudad el tren de Manacor. A primera hora, el tráfico de pasajeros no era excesivamente intenso, hecho que aprovecharon los responsables de la Conselleria d'Obres Públiques para poner en marcha la nueva estación y subsanar fallos: «Se trata de que el lunes esté todo a punto», apuntó la consellera que, por otra parte, no destacó «fallos relevantes» en la jornada de ayer.

Durante todo el mes de marzo habrá un equipo de información que atenderá a los usuarios. Hasta el lunes, el personal de información será también el encargado de entregar a los pasajeros un pequeño detalle «para compensar las molestias que han ocasionado las obras durante un año y medio», explicó Cabrer. Ayer, el regalo fue un antiestrés en forma de corazón con la inscripción «El tren vuelve al corazón de Palma». Este fue uno de los aspectos mejor valorados por los usuarios que por fin dan por zanjadas las molestias que ha supuesto apearse en la estación provisional de la calle Jacint Vergaguer. Algunos aspectos que quedaron pendientes en la apertura de la estación intermodal fueron la numeración de los andenes, información de horarios en las pantallas, instalación de las máquinas expendedoras de billetes, la puesta en marcha de los tornos, su adaptación a la nueva Tarjeta del Consorcio de Transporte así como la puesta a punto de las máquinas de bebidas y comidas, y la apertura de la cafetería instalada en el interior de la estación intermodal.

«El torno se pondrá en marcha de forma paulatina y cuando entre en funcionamiento la nueva Tarjeta del Consorcio de Transporte. Ahora lo más importante es que los usuarios conozcan la estación y se sientan cómodos en ella», comentó Cabrer. En aproximadamente un mes le tocará el turno al metro y en septiembre a la nueva estación de autobuses. La estación intermodal de Palma cuenta con 10 vías de tren y cinco andenes, así como un aparcamiento para 300 coches. Cuando finalicen las obras este otoño, contará con 30 dársenas para autocares. Los usuarios tanto de metro como de autobús dispondrán de taquillas para dejar sus enseres, sala de espera, cafetería y unos servicios espaciosos cuyo mantenimiento y limpieza será permanente. Los servicios de la estación están distribuidos en tres plantas.